lunes, 2 de marzo de 2009

El chico del chat

No recuerdo en qué momento mis neuronas dejaron de hacer sinapsis y se me ocurrió que buscar pareja por Internet sería una buena idea. Sabía que sólo podía encontrarme con losers, freaks, nerds, geeks y/o solterones patéticos, pero tal vez el reconocerme un poquito en cada una de esas categorías me motivó a hacer el intento. Al fin y al cabo, si estaba buscando a alguien parecido a mí, ése era el mejor lugar.

Hice cuatro contactos, tres de los cuales eliminé luego de un par de charlas (uno por budista, otro por hacer turismo de aventura, y otro por trabajar en una rockería ¿?). El cuarto, si bien era el que menos me atraía físicamente, cada día me mantenía a la espera de que se conectara, las charlas eran fluidas y teníamos muchísimas cosas en común. No voy a entrar en detalle pero a medida que pasaba el tiempo sentía que había encontrado a mi alma gemela.

La horas de chat fueron cada vez más, se sumaron los mensajes de texto (nunca en mi vida había gastado tanto crédito de celular) y cuando llegó la primera llamada telefónica empecé a pensar realmente que mis días de soledad habían acabado.

Era una "relación" muy linda. Los corazones nos iban a explotar de tanta felicidad. Era demasiado bueno lo que estaba sucediendo. Estuve más de una semana con un nudo desde la garganta hasta el estómago, imaginando un futuro juntos. Tanta alegría iba a matarme, y tantas ilusiones por una persona que hasta el momento no era real también, así que apuré el encuentro para el viernes pasado.

Después de varios tés de tilo y manzanilla, reiki, masajes, y cualquier cosa que me ayudara a calmar los nervios (en tres días debo haber bajado un par de kilos porque no podía probar nada sólido), y de haber descartado dos veces la idea de no ir, el viernes a la noche me encontraba bastante calmada para ir al encuentro del amor de mi vida.

Lo esperé sentada en un banquito a la salida de un shopping. Las piernas me temblaban. Se demoraba y pensé que me iba a dejar plantada. Cuando lo vi llegar deseé que así hubiera sido...
En primer lugar, me molestó su inseguridad al acercarse. Entiendo que sea tímido y que esté nervioso, pero podría ser un poco más hombre y caminar sin vacilar. En segundo lugar, estaba 20 veces más desmejorado que en la peor foto que me había mostrado. Costaba creer que fuera él. En tercer lugar, y acá no sé cómo hice para no salir corriendo, ¡tenía mal aliento! Puedo pasar por alto cualquier cosa, pero eso no. ¡Loco, es una primera cita, tenés que cuidar todos los detalles!

Nos sentamos sin hablar, él debido a los nervios, yo pensando en que le iba a romper el corazón y redactando mentalmente este post. Como no puedo disimular mis emociones, me preguntó por qué estaba tan seria. Le dije que no se preocupara porque normalmente soy seria, y que la persona que estaba frente a mí y la persona del chat no encajaban, y se asustó. Pasaron varios minutos más, mientras me abrazaba ( y sí, después de tantas ilusiones, y ya que me había costeado hasta allí, por lo menos que me diera un poco de cariño), hasta que dijo "a penny for your thoughts". Algo más que un penny tendría que haberme dado, ya que mi cabeza iba a mil. Le dije "para serte sincera... no creo que esto vaya a funcionar". Más silencio (en medio de todo esto recibí un mensaje que decía "hola reina, hacés algo esta noche" de remitente desconocido... recién al día siguiente me di cuenta de quién era y lamenté no haber respondido en su momento), hasta que acepté ir a tomar algo, sólo para no volver a mi casa una hora después de haber salido. Me llevó de la mano y yo rogaba no cruzarme con ningún conocido.

Ya en el bar, la charla no fluía tan naturalmente como por Gtalk, y a decir verdad no me importaba contarle nada ni quería escuchar lo que él me pudiera contar, y un par de veces me colgué mirando por la ventana. Además de lo que mencioné al principio, no me gustó su forma de hablar (pronuncia mal las R, las LL y las S), ni sus chistes tontos, ni que con la madre se traten de usted "cariñosamente". Literalmente se me desfiguró la cara cuando me contó eso. La cereza del postre fue no dejar propina. ¿Habrá sido la primera vez que salía con una mujer?

Me acompañó a tomar un taxi y me abrazaba mientras tanto. Aparentemente no se dio cuenta de que estaba dura y fría como una estatua. "Nos escribimos", fue mi despedida, y respiré aliviada porque el horror había terminado. O eso creí.

Me mandó varios mensajes para saber si había llegado bien, pero como mi celular estaba en silencio no los escuché, así que no tuvo mejor idea que llamar a mi celular laboral y hacerme saltar de la cama. Lo apagué sin más y le mandé un escueto "llegué bien, beso". A la mañana siguiente me escribió algo que no recuerdo porque borré casi sin leer, pero tuve que responderle "lo intenté pero no puedo, no va a funcionar, perdoname, no me escribas, el lunes hablamos". Me hizo caso y recién esta mañana me saludó por chat. Me dijo que estaba muy triste, con el corazón roto, que yo significaba muchísimo para él, y varias babosadas más que me da vergüenza escribir. Hice lo que pude para que no se sintiera tan mal, pero creo que hasta lloró.

Por suerte para mí fue apenas un lindo sueño y luego una breve pesadilla, nada que un fin de semana en el campo no haya podido hacerme olvidar. Hoy sólo es un recuerdo que espero dure poco, y deseo lo mismo para él.

Y ahora, nuevamente, a seguir participando.

13 comentarios:

Daniel Ballistreri dijo...

Jo! Tremendo post. Sin palabras.

Anónimo dijo...

mira yo empece con esto del chat hace mas de 8 años y todos los casos que conoci fueron decantando en este final, es asi uno por chat es una cosa y personalmente es otra, para mi lo del chat no funciona...
seguiremos buscando nomas...besos!

Abeja dijo...

las citas con gente q se conoce por internet a mi siempre me resultaron desastrosas, pero la verdad que si fue duro para el chico de tu historia, mejor conocelos en personas lo antes posible para evitar descorazonamientos posteriores...

Anónimo dijo...

Hola después de un tiempo vuelvo a dejarte un mensaje. Aunque ya no escribís tan seguido, igual te sigo leyendo.
Respecto a tu último post, yo te dije un día que me dieras tu mail y arrugaste. Saludos. Santiago.

Sil dijo...

Da: tremendo para mí o para él? Y eso que me olvidé de poner la parte en que me dijo "gracias por existir..."

luly: uy! y yo quería seguir intentando...

Yle: ese fue nuestro error, no encontrarnos antes.

Santiago: qué bueno que volviste! No arrugué, solamente te dije que no vivimos en la misma ciudad :(. De cualquier manera, no te da miedo terminar como el chico de la historia?

Daniel Ballistreri dijo...

¿¿¿"Gracias por existir"??? Che, ¿y cuántos años tenía? Bah, no sé, es chocante, cómo lo contás, se hace muy vivo el relato.
Uno no sabe si reir o llorar.
Beso.

Maloperobueno dijo...

Por lo menos lo intentaron!
Las citas medio a ciegas son asi, pero es la forma que tiene mucha gente de conocerse.
Animos, que no decaiga.

PD:laburaba uno en una rockeria y por eso lo descartaste? Y si era el hijo de Gene Simons o algun rockero famoso?

Sil dijo...

Da: 31 años... sin palabras.
Hoy le conté a mis compañeros de trabajo y se les caían las lágrimas de tanto reirse.

Martin: lo que menos quería era queadarme con las dudas! Y entre ser hijo de Gene Simmons y colocar piercings en una galería de mala muerte hay un gran abismo.

Blonda dijo...

Sil: Uf, si esta te pareció jodida te invito a que leas la que me pasó a mi que esta escrito bajo la etiqueta Kubrick...esa si fue fea!!! Pero, como ya pasé esa, sé que puede haber algo que funcione mal...pero también me salieron increiblemente soñadas algunas.Tuve muchos novios salidos del chat y con uno estuve a punto de casarme.La moneda está dando vueltas en el aire, basta esperar a ver de que lado cae...


Ya te vas a poner bien, no todas las citas son tan malas.Igual ENTIENDO A LA PERFECCION la tremenda desilusión del momento...te querés literalmente morir! Mil besos!

Ziongem dijo...

Genial tu blog! te felicito!

Con respecto al chico de la cita, mal aliento = es un sucio, hiciste muy bien en alejarte!

Sil dijo...

Blonda: te respondí en tu blog.

Ziongem: gracias por pasar, me alegra que te guste mi blog.
Una de mis compañeras me dijo "si no se lava la boca no me quiero imaginar otras cosas..." XD

Dayana dijo...

Otro comentario más:

Yo tuve mucha suerte con el chat (por eso no qiero probar con los juegos de azar y cumplir con el viejo adagio que si uno tiene suerte en el juego no la tiene en el amor).

El primero lo saqué del chat de Yahoo: era ingeniero y laburaba en una petrolera en medio oriente.
Buen chico, la cosa duró un año y fue en su mayoría a la distancia.
La relación se resumiría como la canción de Serrat "Me gusta todo de ti, pero tu no".
Me dejó él y me hizo mierda en su momento. Hoy creo que tenía razón, pero igual no lo hizo de la mejor manera (un 31 de diciembre y por chat no da).

Después conocí a un físico cuántico por chat de Arnet. A los 4 días nos conocimos personalmente, tres días despues nos pusimos de novios y al mes me fui a vivir con él. Si bien cortamos a los dos años y medio, hoy seguimos siendo amigos y tenemos una hermosa relación de sincero afecto. El siempre estuvo cuando lo necesité y lo mismo yo con él. Cuando se vuelve a la casa de sus padres (viven en otra provincia) hasta voy a limpiarle el depto.

Después salí con un ingeniero de una automotríz que conocí por Facebook. No tenía nada de muy malo, digamos que por ahí no estuvo al nivel de mis expectativas en el primer encuentro y por vivir en otra provincia no dió para seguir la cosa.

Mi actual lo conocí por su blog y todo marcha sobre rieles por el momento. Y obvio que se banca la buena relación con mi ex (si no ya lo hubiera mandado a la mierda).

Creo que he tenido muchísima suerte con todos estos muchachos. Todos caen en la categoría que las viejas denominan "Buenos partidos", chicos físicamente aceptables, económicamente independientes, que vivian solos y que tenían su onda.

Hay que tener paciencia con internet, a veces se da.

Sil dijo...

Realmente tuviste mucha suerte!

A pesar de todo, prefiero seguir intentando a través de internet y no ir a Carreras, por ejemplo.